Mucho antes de que naciera
Calatrava los cabreros de Gredos ya eran capaces de crear edificios de gran
belleza y funcionalidad. La habitabilidad para nuestros estándares actuales no
es mucho mejor que la de un moderno edificio de diseño, pero hay que tener en
cuenta que muy rara vez el proyecto de una majada superaba los 20 millones de
euros…
Impresiona lo simple de su
construcción, sin concesiones, mampuestos vistos de granito con grandes
esquineras y cargaderos de castaño en los huecos, que serán únicamente las puertas.
Orientada al sur, de una planta con doblao y corral adosado más bajo en la
parte delantera. De esta manera la vivienda no sombrea al ganado en invierno y
los arrastres de desperdicios del ganado con la lluvia y la nieve no entran en
la misma. Emparrado en la puerta para tomar el sol y, como lujo, un cerezo al
pie del huerto con castaños.
En estas majadas a media ladera,
en los robledales, pasaban el invierno los cabreros dejando en las zonas altas los
chozos de verano y practicando la trastermitancia, un sistema de explotación
altitudinal y estacional de los pastos con recorridos rara vez superiores a los
10 km.
Yo viendo esta casa sólo puedo
pensar en 10 ó 12 libros, varias arrobas de vino, queso de cabra y tasajos. Un
Walden verato.
Una pasada de bonita y una excelencia en funcionalidad y practicidad esta majada de tu extremadura, dura, durísima. Un saludo.
ResponderEliminarBuena elección para llevarte a una isla desierta, jeje. Preciosos lugares. Igual te gusta echar un vistazo a mi pequeño homenaje a los cabreros de la zona. http://holartica.blogspot.com.es/2014/10/de-la-vida-pastoril-en-el-valle-de.html
ResponderEliminarUn cordial saludo
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