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Pardillos comunes a la hora del té. |
No ha sido fácil la coexistencia
entre dos grandes pasiones en un jardín tan pequeño. Por un lado, la rocalla
con plantas alpinas. Por otro, ofrecer comida, agua y refugio para los pájaros.
Durante un tiempo fue incluso difícil. Así, cuando mi querida pareja de mirlos
se aficionó a arrancar mis maravillosas Androsace
y Saxifraga venidas de lejanas nurseries, decidí abandonar la idea de
atraer pájaros al jardín. Incluso, debo reconocer, estudié muy seriamente la
forma de expulsar a los mirlos. Ahora parece que los pájaros van ganando la
partida a base de renunciar a mantener alguna de mis plantas favoritas.
Evidentemente, nunca se puede tener todo.
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Basta una pequeña fuente como esta para rodearnos de pájaros. |
Esta primavera ha sido, con
diferencia, la más productiva en 6 años. A la pareja de mirlos reproductora se
han sumado una pareja de pardillos que, aunque tenían el nido fuera del jardín,
han traído a sus pollos volanderos a completar su desarrollo en el jardín, tres
pollos la primera vez y cuatro la segunda. La pareja de verderones también ha
traído sus pollos volanderos aquí y han sido habituales a las pipas de girasol
del comedero. Los jilgueros sólo han traído sus pollos unos pocos días, al
contrario que otros años. Por supuesto, los gorriones comunes han estado
presentes todo el tiempo y es algo con lo que hay que contar a la hora de
mantener el comedero, pues al final se juntaban aquí al menos 5 parejas y sus pollos.
Este año, incluso las golondrinas comunes han utilizado el bebedero con sus
pollos al atardecer. Un día una Golondrina dáurica se posó junto al bebedero
pero no lo utilizó. Por contra, ha fallado este año la pareja de Tarabilla
común, que ha sido fiel durante 4 años.
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A los verderones les gusta más el comedero en el suelo. |
Pero sin dudas, mi pájaro
favorito este año ha sido la hembra de Colirrojo tizón que mantiene a su único
polluelo estos días por el jardín. No sé si es la misma pareja de otros años,
pero la pobre tiene amputado el pie derecho y seguramente por eso no ha podido
sacar adelante a más polluelos (el macho aquí no parece ayudar mucho, pues sólo
le he visto un día).
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La hembra coja de Colirrojo tizón. |
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El polluelo de Colirrojo tizón. |
En primavera la Curruca zarcera y
el Carricero común, que utilizaron la fuente en un descanso de su migración, han
elevado a 52 el número de especies observadas en el jardín desde 2013. Como más
interesantes en lo que va de año, seguramente esté el macho de Avutarda que se
puede ver en vuelo todas las primaveras a primera hora, un Águila real (segunda
cita) y una Lavandera blanca enlutada que ha pasado todo el invierno en el
barrio. Es lo que tiene vivir en la ciudad de Cáceres, tengo un lek de avutardas a 1 km de casa, a
finales del invierno bandos de cientos de grullas pasan sobre mi casa (el
28/2/2010 pararon unas 2000 en una mañana) y el tráfico de rapaces es continuo.
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Curruca zarcera, la cuarta especie de curruca observada aquí. |