La barba, los coloretes, el bulto... |
Estaba preparando mi entrada con Apteromantis aptera cuando
mi hija de 3 años me ha regalado un retrato mío y no he podido evitar mostrarlo
aquí. La verdad es que lo ha clavado.
Apteromantis aptera. Trujillanos, Badajoz. Octubre 2013. |
Y volviendo a Apteromantis
aptera, la semana pasada fue la primera vez que me echaba a la cara a este
bicho, lo encontró un compañero en un pastizal seco mientras buscábamos unos Narcissus cavanillesii. Ya de entrada me
pareció la especie, tan pequeñaja, sin rastro de alas y con esos ojos afilados.
En el pastizal donde la encontramos. |
Resulta curioso que esta especie tan famosa, citada en toda
la normativa ambiental, haya tardado más de 100 años en ser localizada en
Extremadura, cuando su lugar de descubrimiento está en la provincia de al lado
(Pozuelo de Calatrava, Ciudad Real. Fuente, 1893). No es hasta el año 2007
cuando es fotografiada de manera fortuita por Barreda en las localidades
pacenses de Entrín Bajo y Almendralejo. Un año después es fotografiada por
Ángel Sánchez cuando buscaba una mariposa en los alrededores de Mérida y
recientemente ha sido localizada por unos entomólogos que muestreaban mariposas
en Higuera de la Serena, Malpartida de la Serena y Zalamea de la Serena
(Obregón y Gutiérrez, 2013). Estos encuentros fortuitos, a los que se suma el
nuestro en Trujillanos (Badajoz), también fortuito, ponen en evidencia que
resulta más fácil dejar que sea ella la que te encuentre y que seguramente no
sea una especie tan rara.