Erysimum merxmuelleri. Castañar Gallego, Hervás (Cáceres). 800 m. |
Si alguien quiere disfrutar de un
auténtico endemismo del Sistema Central lo tiene realmente fácil con esta
especie de alhelí. En Extremadura no es complicado encontrarse con él en
cualquiera de nuestros robledares y castañares del Sistema Central, aunque en
el Ambroz y en el Valle del Jerte es especialmente abundante. Vale que es una
crucífera y que tiene ese aire de familia que nos recuerda inmediatamente a
esas hierbecillas que vemos por los bordes de los caminos e incluso dentro de
las ciudades. Vale que, aunque habita en claros de bosques y laderas rocosas,
la cabra tira al monte y a la que puede forma poblaciones muy densas en los
bordes de las pistas forestales que cruzan los bosques donde vive. Todo esto es
cierto, pero el hecho de ser abundante no debe ser un demérito y, además, si lo
que buscamos es un pedidrí de relumbrón los alhelíes tienen endemismos en todas
las montañas alpinas, mediterráneas y canarias capaces de saciar el paladar más
exquisito (ya hemos hablado en este blog del bellísimo Alhelí del Teide para ver pincha aquí). A mí
en particular me parece una de nuestras flores más atractivas, posee un buen
tamaño, que sobrepasa con facilidad los 50 cm, y su color amarillo dorado es
como un fogonazo dentro de la monotonía verdosa de los robledares y castañares
con la hoja nueva.
Las especie se describió con
ejemplares procedentes de la portuguesa Serra da Estrela y se encuentra muy
vinculado al Erysimum nevadense de
Sierra Nevada, del que llegó a considerarse una subespecie. Su área de distribución
ocupa desde la citada sierra portuguesa hasta la Sierra de Gredos, apareciendo
en zonas de media montaña entre los 700 y 1200 m.