Alcaudón dorsirrojo con la ceba en un Saúco, esperando que los zarceros le den pista. |
Parece que la “invasión” va por buen camino y cada vez se ven
más alcaudones dorsirrojos por la vertiente cacereña de las sierras de Béjar y
Gredos. De seguir así las cosas muy pronto contactarán con los alcaudones
comunes que alcanzan los prados de media montaña y será muy interesante ver
cómo se lo toman estos. El alcaudón real ya convive con ambos y observará la
jugada desde su privilegiada posición.
Aquí zarcero desde el Serbal, pista libre. |
El otro día me encontré con un alcaudón dorsirrojo macho con
la ceba en el pico, posado en un saúco en el lindero de un prado de siega.
Mientras lo observaba, una pareja de zarceros comunes salieron de un serbal de
cazadores y chillando sin parar se acercaron a mí y comenzaron a moverse a mi
alrededor sin parar de gritar. Como supuse que tendrían el nido en el serbal me
alejé hasta que se calmaron los zarceros, que volvieron al serbal. Entonces, el
macho de dorsirrojo voló al serbal y se introdujo en su copa hasta una
horquilla baja donde se intuía su nido. La imagen me recordó a la asociación de
currucas mirlonas con alcaudón común tan típica de nuestras dehesas.
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