Laguna del Trampal 2. Sierra de Béjar, 2.115 m. |
Buscando
una información he estado revisando unos artículos que tenía guardados desde
hace unos años con los resultados de los proyectos ALPE2 (1995) y MOLAR (2000),
unos proyectos de la Unión Europea para el seguimiento de los efectos de la contaminación
y los cambios atribuibles al cambio climático y a la disminución de ozono
atmosférico en las lagunas alpinas. Sus resultados son aterradores, o al menos
a mí me lo parecen.
Cualquiera,
tras 5 horas de caminar, puede subir a los 2.140 m de altitud para encontrarse
en uno de los lugares más impresionantes de Gredos con la Laguna Cimera, la
mayor y mejor conservada de las famosas Cinco Lagunas y, como su nombre indica,
también la situada a mayor altitud. Aquí no hay refugio que contamine con sus
aguas fecales la laguna (como ya ocurrió en la Laguna Grande), tampoco hay
mucho ganado y los visitantes son mucho menos numerosos que en otras zonas y lo
tienen complicado para acampar en sus escarpadas orillas. Al contemplar sus
aguas cristalinas, oscuras por sus más de 9 m de profundidad, uno corre el
riesgo de pensar que aquello es un gran tanque de agua pura que se podría
embotellar.
Laguna de Los Caballeros. Sierra del Barco, 2.025 m |
Algún
desalmado ignorante repobló estas aguas con Trucha de Fuente o Salvelino (Salvelinus fontinalis) que, como ha
ocurrido en todas las lagunas alpinas donde esta especie ha sido liberada, ha
dañado las poblaciones de invertebrados acuáticos y de anfibios de la laguna,
entre los que se encuentran la Salamandra de Gredos, el Sapo de Gredos y la
Rana patilarga. La Naturaleza a veces guarda extrañas sorpresas y, por eso,
conviene advertir a los osados pescadores de salvelinos de estas aguas que sus
trofeos no son aptos para el consumo, ya que sus tejidos contienen tantos
metales pesados, especialmente Cadmio, que superan los límites considerados
seguros para consumo humano.
La
presencia de bajos niveles de Cadmio y otros metales pesados asociados a la
actividad industrial en estas aguas se explica por la conocida contaminación
difusa vía atmosférica. Posiblemente estos metales pesados procedan de Centroeuropa
(la laguna estudiada en los Pirineos era la más contaminada), al igual que la
deposición ácida, que incluye a la tristemente famosa lluvia ácida, que también
se puede apreciar en estas lagunas pese a que desde los años 80 se están
reduciendo las emisiones de óxidos de azufre y nitrógeno procedentes de la
combustión de combustibles fósiles. En el caso de la deposición ácida, que en
lagunas poco mineralizadas como las de Gredos supondría bajadas de pH nocivas
para su vida acuática, la propia Naturaleza se las ha ingeniado para contrarrestar
sus efectos, al menos en las zonas del sur de Europa. Si del norte de Europa
llegan vientos que envenenan nuestras lagunas, del sur vienen vientos cargados
de polvo sahariano que neutraliza la acidez (bonita paradoja). Los metales
pesados, sin embargo, seguirán enriqueciendo el hígado y la grasa de los
salvelinos.
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