Cypripedium calceolus. Pirineos, 1500 m. Huesca (Spain). |
Todo lo que el Zapatito de dama tiene de bonito lo tiene de canalla. Vamos, que si fuera una persona sería presidente de alguna corporación o incluso político. Todos sabemos que las orquídeas son así, pero son tan bonitas que se lo perdonamos todo. Pero una cosa es emborrachar a las abejas para que con la cogorza no se vayan y polinicen todas tus flores o hacerles creer que copulan con una superhembra, y otra muy distinta es lo que les hace Cypripedium a las pobres Andrena, que son utilizadas sin ninguna contraprestación placentera y despedidas poco menos que con una patada en el culo.
Una de las salidas con la antera bien visible y una barrera de cerdas disuasoria. |
Imaginemos que una laboriosa Andrena, que son unas simpáticas abejitas, se posa sobre el zapatito. A poco que se mueva sobre él resbalará al interior del zapato. Una vez dentro como los bordes de la flor están doblados hacia dentro no puede salir andando y tampoco hay espacio para escapar volando ya que no domina el vuelo estacionario, tras tanta belleza no hay más que una vil trampa. Tras dar muchas vueltas descubrirá dos pequeñas salidas en la parte trasera del zapato, pero para llegar a la salida primero tendrá que frotarse con el enorme estigma que lo ocupa todo, mientras unos enormes cepillos de cerdas violarán su intimidad y le quitaran hasta el último grano de polen del cuerpo y tras una experiencia tan poco agradable quedará embadurnada con una sustancia viscosa formada por granos de polen, ya que al atravesar el estrecho conducto de salida se verá obligada a restregarse de nuevo, ahora con las anteras de la flor. Ahora ya puede recuperar su libertad para ir a caer a otro zapatito. Las pobres Andrena con su corta lengua siempre juegan limpio con las flores y no intentar robarles néctar, así que imagino que se sentirán humilladas ante semejante trato, pero como se ve andan cortas de memoria.
El amor tiene una memoria brevísima cuando se trata de experiencias desagradables, y perdona casi todo. Además uno no puede evitar responder a su propia naturaleza. Las relaciones son a veces muy raras vistas desde fuera. Pero sí, al menos visto desde fuera, más o menos como ser fagocitado. Besos.
ResponderEliminarNo sé si es más canalla el zapatito o el escribidor.
ResponderEliminar:-)
Buen rato me has hecho pasar.
Gracias.
Un alivio no ser los únicos que tropezamos dos veces (o varias) en la misma piedra...
ResponderEliminarun sauludo
Fantásticas fotografias de estas espectaculares plantas. Mis felicitaciones. Muchos saludos.
ResponderEliminarmUY INTERESANTE. hE ENTRADO POR LOS GALANTOS Y HE VISTO MUCHAS MÁS.
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