Esta mañana me he cruzado con este viejo cartel y no he
podido evitar parar para hacerle una foto. He pasado muchas veces delante de
él, pero hoy lo he visto tan deteriorado que sin darme cuenta he debido pensar “ahora
o nunca”.
Luego, mientras conducía, he ido pensando en cómo aquella
organización casi paramilitar que fue el ICONA no tenía reparos en hacer
carteles con un conejito como mascota. El padre de un amigo del colegio era
Guarda del ICONA, debía ser alguien importante porque en aquellos años tenía un
Land Rover, pero sobretodo tenía una colección de guías de campo editadas por
el propio Instituto que eran un auténtico tesoro para mí. Como lo fueron aquellos
carteles de rapaces, aves insectívoras y otras especies amenazadas (dibujos de
Cerra, creo, hoy claramente superados) y las cajas nido, por supuesto.
Aquella gente, con su casi absoluto desprecio por todo lo que
no fueran pinos o caza era, sin embargo, capaz de intentar fomentar el amor (o,
cuanto menos, simpatía) por la Naturaleza y no eran aquellos tiempos para
brindis al sol.
Hoy los bosques y montes están plagados de carteles, ya no
hay conejitos, hay banderas, logotipos, cantidades de dinero, etc. Que se vea
cuánto nos importa la Naturaleza. También hay señales y multitud de carteles,
cada uno con un diseño diferente y que muchas veces se solapan. Se editan infinidad
de libros sobre el paraíso. Hay que INTERPRETAR la Naturaleza y sus templos son
los Centros de Interpretación.
Aquellos señores ingenieros del ICONA, encantados de haberse
conocido, podrían estar acomplejados con otras ramas de la Ingeniería, pero
desde luego su trabajo lo tenían en una alta consideración, conejito incluido.
No creo que pase lo mismo con mucha gente que trabaja hoy día en cuestiones de
conservación de la Naturaleza, en todos sus ámbitos.
Qué pasó con la conservación como un fin, ahora parece que la
Naturaleza debe ser conservada como fuente inmediata de recursos económicos, para
así explotarla al máximo. Los pájaros son importantes porque podemos pescar a guiris
forrados de dinero, los paisajes son importantes para que esos urbanitas bien
remunerados ocupen todas nuestras casas rurales y hoteles. Todo esto está muy
bien, estoy de acuerdo, pero sin respeto, conocimiento y amor hacía esa
Naturaleza, todo acaba pareciendo falso y forzado, vaya, que se nos ve el
plumero.
Hay le has dado!!
ResponderEliminarSin más comentarios....
Un abrazo
Tienes mucha razón, Alberto.
ResponderEliminarVaya, iba a añadir algo pero....has dejado poco más que decir....
ResponderEliminarCreo que lo suscribo todo palabra por palabra.
(por cierto, trabajo en el Gobierno de Aragón, y el otro día en un curso sobre Gestión Forestal, pusieron una foto tuya en la presentación. No recuerdo cual era, pero me sorprendió gratamente ver la sobreimpresión de "desdeeltorreón".
Un cordial saludo,
Se podría decir de otra manera pero no se puede decir mejor.
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