Mientras nosotros nos dedicamos al queso esta colonia de primillas se dedica al Alacrán cebollero. |
Que el hombre haya llegado a la Luna, no es más que una circunstancia sobrevenida del pique entre dos matones de barrio. El Quijote lo escribió el hombre que olvidó escribir su mejor obra: su autobiografía. Las fotos más impresionantes de la historia las hizo un grandísimo fotógrafo en la playa de Omaha en junio de 1944, todas estaban terriblemente desenfocadas por el miedo. Si Wallace no hubiera mandado una carta a Darwin, este posiblemente nunca hubiera terminado el Origen de la Especies. La Flauta Mágica la compuso un extraterrestre. La lista podría seguir y hacerse muy extensa, pero yo tengo muy claro que el mayor logro de la Humanidad es la de aquel tipo que hace unos miles de años se atrevió a comerse la leche que se le había estropeado, le gustó y desde entonces se dedicó a estropear leche. Hoy en Francia, España, Suiza e Italia los seguidores de aquel valiente siguen manteniendo y renovando diariamente la noble tradición de la elaboración del buen queso. Resulta increíble que con tan reducido número de ingredientes puedan existir miles de variedades tan diferentes.
Todas la cebas que he visto este año son de Alacrán cebollero. |
Pajarear sin necesidad y comer queso sin parar son dos
actividades que han caracterizado mi vida, por eso una Feria del Queso dentro
de una ZEPA, al lado de mi casa y en mayo, es algo que para mí se acerca bastante
a un regalo de los dioses.
Hembra reclamando al macho su Alacrán cebollero. |
Imaginad una plaza del siglo XV rodeada por una ciudad de esa
época, tan bien conservada que a veces parece un decorado y, sobre todo ello,
una antigua fortaleza musulmana. Imaginad que cada torre tiene varios nidos de
Cigüeña blanca, que cada mechinal se lo disputan cernícalos primillas, lechuzas,
estorninos negros o grajillas, que podemos ver dos especies de vencejos, dos de
aviones y dos de golondrinas. Imaginad que en invierno incluso podríamos ver
Treparriscos. Ahora imaginad esa misma plaza llena de puestos con cientos de
variedades de quesos de toda España y de otros países como Francia o Portugal.
No puede haber nada que estimule más nuestro cerebro que degustar un Gamonedo
mientras con el rabillo del ojo averiguamos si esos vencejos que acaban de
pasar por encima de nuestra cabeza son pálidos o comunes.
Y si no te gusta el queso también puedes ir a Trujillo esos
días, que ya bastante desgracia tienes. Lo mejor es que ni entres a la Plaza,
dirígete directamente a la Plaza de Toros y disfruta de uno de los mejores
espectáculos ornitológicos que podemos ver por estas fechas en Extremadura: una
colonia de unas 50 parejas de Cernícalo primilla que podremos observar a placer.
Se me ocurren pocos sitios mejores para disfrutar de esta preciosa rapaz.
La verdad es que en la cuestión del parajero no tengo repajolera idea. Por eso, envidio la soltura con que navegas entre tantas aves de distinto pelaje. En cuanto a lo del queso, por ahí si van mis querencias. En esa feria promiscua del queso, de que hablas, también pondrán vinillo para acompañar ¿No?
ResponderEliminarEstupenda la entrada. Ha sido una lectura agradable.
Hay vino Juan José, que el pan y el queso solos pasan mal. Saludos.
EliminarWonderful photos, amazing views:) Greetings
ResponderEliminar¡Qué bien escribes, Alberto! Es una gozada leerte.
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