Astragalus gines-lopezii no está entre las 100 plantas más hermosas, eso está claro. |
La primavera en Extremadura es sorprendentemente corta, así que no puedes dejar atrás nada porque con seguridad no te dará tiempo a retomarlo antes de que el calor y la aridez se instalen en sus campos. Pero como compensación, todo lo que tiene de corta lo tiene de intensa.
Hacía tiempo que tenía pendiente una visita a las sierras calizas de Tierra de Barros en Badajoz, así que en cuanto me propusieron plan no lo dudé pese a la amenaza de la lluvia. La sierra en cuestión es, como todas estas pequeñas sierras, una auténtica isla en un mar de barros rojos cultivados intensamente. Por una de sus laderas el olivar asciende casi hasta la cuchilla, mientras que por la otra se conservan los restos de un encinar con jaras. En la zona más alta los olivares están semiabandonados y ocupados por un matorral de Jara blanca, Lentisco y Coscoja, entre otras. Entre la cuerda de la sierra y el límite superior de estos olivares transcurrió nuestro paseo.
Dos eran las estrellas que motivaron el viaje, por un lado uno de los escasos endemismos extremeños y por otro una planta ibero-norteafricana que, aunque está bien distribuida por Andalucía, se hace sumamente rara ya en el sur de Badajoz. Y para adornar esta delicatesen un festival de orquídeas en plena floración.
Ceratocapnos heterocarpa |
La primera especie es el Astragalus gines-lopezii, exclusivo de un par de sierritas de Tierra de Barros y considerado en peligro de extinción. Es una planta muy discreta y dar con ella, pese a que no se esconde, puede ser complicado. Hace unos años tardé casi 4 horas en encontrar una de estas plantas, pese a contar con unas indicaciones bastante exactas. Pero esta vez llevaba unos buenos guías y fuimos directamente a las plantas. El porqué de esta distribución tan limitada cuando es una planta que llega a crecer en los caminos lo tendrán que explicar los encargados de estudiar su ecología, pero es un patrón que se repite con frecuencia en endemismos muy restringidos.
Aceras y sus ahorcados. |
La segunda especie es Ceratocapnos heterocarpa, un pariente de los conocidos Conejitos de muro. En los últimos años se han localizado varias poblaciones de esta especie en Extremadura, pero todas confinadas a las sierras calizas del suroeste de Badajoz. Es una trepadora muy delicada, que se asienta sobre la roca en zonas sombreadas. Fotografiarla es un reto por lo enmarañado de su hábitat y por el propio hábito de la especie.
Hasta nueve especies de orquídeas nos encontramos en flor, con un tamaño y unas densidades extraordinarias. Todas las especies se contaban por cientos, salvo Orchis italica que lo hacía por miles. La más escasa Aceras anthropophorum, la conocida como Orquídea del hombre ahorcado. Un nombre que da mal rollo pero que es muy gráfico. Pero posiblemente yo me quedaría con las gigantescas y bellísimas Ophrys fusca que pudimos disfrutar.
Ophrys fusca |