Cierto que, después de haber visto un oso, pasear con la atmósfera
vaporosa que crean los bancos de niebla entre viejos robles en las montañas del
Alto Sil (León) hacen mella en el corazón más duro. Cierto que uno debe tener el
corazón bastante mellado ya, pero os aseguro que delante de esta fuente pude
sentir a la jana que allí vivía.
Poder juntar otro puñado de estos momentos y seguir bien
arropado por mi familia es lo que le pediré a 2018.
FELICES FIESTAS
¡¡Felices fiestas y felices caminatas por los montes!!
ResponderEliminar¡Felices Fiestas!
ResponderEliminarUn abrazo.