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domingo, 3 de diciembre de 2017

Estrellas a ras de suelo.

Estrellita (Saxifraga stellaris). Tornavacas, Cáceres. 2.300 m.

La relación de los humanos con las estrellas debe ser antigua, tanto como la propia Humanidad. Hoy nos parece normal tener el cielo habitado por héroes mitológicos y pocas serán las personas que a lo largo de su vida no le hayan dedicado si quiera un rato a la cuestión. Muchas menos, sin embargo, serán las que agacharon la cabeza alguna vez para buscar estrellas a ras de suelo. En realidad lo hacemos cada vez que nos agachamos a contemplar unas margaritas, estandartes de una de las familias más numerosas entre las plantas como son las compuestas, cuyo nombre científico Asteraceae hace referencia a ese parecido entre las flores de estas plantas y las estrellas.

La estrella botánica más difícil de localizar en Extremadura es también la más hermosa. Belleza y rareza son atributos que por sí solos podrían hacer de una especie una de nuestras joyas más reconocidas. Si a esto le unimos una historia natural apasionante y el gusto por algunos de los más escasos y limpios entornos, nuestra especie debería ser tan popular como alguno de esos delanteros que corren por nuestros campos de fútbol. Pero no es así, las últimas estrellitas (Saxifraga stellaris) de Extremadura están desapareciendo tan en silencio como han vivido desde que llegaron a la Sierra de Gredos cacereña durante la última glaciación procedentes de las frías tundras. Hoy día presenta una distribución circumpolar en todo el Hemisferio norte, apareciendo de manera relicta en las zonas altas de las montañas europeas donde busca, junto a los manantiales, esas comunidades frescas dominadas por los musgos que recuerdan a la vegetación dominante de la tundra. Lógicamente, aproximarse a la tundra ártica en Extremadura exige algo de esfuerzo y debemos buscar en zonas por encima de los 2000 m donde haya nacederos de gargantas, entre cuyos taludes umbrosos se refugiará esta maravillosa reliquia ártica, y rezumaderos permanentes. Siempre creciendo entre musgos y muchas veces acompañada por verónicas.

Estrellita de Agua (Asteriscus aquaticus). Santa Marta de los Barros, Badajoz. 400m.

Tampoco se prodiga por Extremadura la Estrellita de agua u Ojo de buey (Asteriscus aquaticus). Se sabe que Teofrasto ya llamaba asterískos, o pequeñas estrellas, a estas pequeñas margaritas 300 años antes de Cristo. Más rebuscado parece el origen de su apellido científico aquaticus o acuático, siendo esta una planta que crece en suelos raquíticos y secos sobre calizas, tendremos que esperar al otoño para conocer la respuesta. Las primeras lluvias otoñales mojarán las brácteas secas de los capítulos, que se abrirán liberando sus semillas. A pesar de su aspecto humilde y a su pequeño tamaño, la Estrellita de agua es la planta que caracteriza este tipo de pastizal temporal sobre suelos rocosos calizos o básicos, por mucho que sean las orquídeas las que se llevan toda la fama en estos lugares.

Como no queremos terminar con la imagen de estas estrellas de suelo raras y difíciles de localizar, bastaría con pensar en el Trébol estrellado (Trifolium stellatum) o en la Estrella de agua (Callitriche stagnalis) para borrar esta idea de nuestra cabeza, pero preferimos terminar con otra especie. Sin duda una de las estrellitas más fáciles de localizar, a poco que miremos un poco por cualquiera de los herbazales de sombra algo nitrificados que nos encontremos por Extremadura, es la Estrellita mediana (Stellaria media), tan delicada como diminuta.

Portada del libro.



                                         
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