Asplenium septentrionale. Tornavacas, Cáceres. 2000 m. |
Podemos dejarnos impresionar por el nombre pero, aunque es
cierto que la especie ocupa buena parte del norte del Hemisferio Norte, ocupa también
latitudes meridionales, asociado a la alta montaña, eso es cierto. Existen
citas de la especie en el Alto Atlas marroquí e incluso en el Monte Teide, en
las Islas Canarias. En Norteamérica, por otro lado, resulta mucho menos
abundante y aparece asociado básicamente a las Montañas Rocosas, con escasas
poblaciones aisladas fuera de esa zona. Tan raro, que en todo el estado de
Oregón, con una superficie cercana a la mitad de la Península Ibérica, sólo se
conocen poco más de 1100 matitas de este helecho.
Precisamente esta distribución, con tanta población aislada,
ha dado lugar a la aparición de partidarios de esta especie como antigua
reliquia de las últimas glaciaciones, pero, al tiempo, también de defensores de
la especie como un reciente colonizador de las montañas. Parece claro que
cumple con requisitos de una reliquia de los nunatak (ver entrada anterior relacionada),
con poblaciones claramente diferenciables compuestas de individuos casi
idénticos, pero la aparición de poblaciones aisladas en Tenerife o California,
entre otros lugares, complica el asunto. El blanco y el negro se usan poco en
la Naturaleza.
En el Gredos extremeño forma parte de una comunidad de
plantas que habitan fisuras de rocas en zonas de cumbre por encima de los 2000
m (piso oro y crioromediterráneo). Uno de los ambientes más duros de la sierra,
donde sólo sobreviven las especies adaptadas a soportar temperaturas extremas y
un cierto grado de aridez. Se trata, además, de uno de sus hábitats más valiosos
por su riqueza en endemismos gredenses: Antirrhinum
grosii, Saxifraga pentadactylis subsp.
almanzorii, Alchemilla serratisaxatilis, Armeria rivasmartinezii, Doronicum
kuepferi, etc.
Este helecho sigue siendo para mí una asignatura pendiente. Espero verlo algún día. Ignoraba su distribución tan amplia. Un saludo.
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