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lunes, 17 de diciembre de 2012

Un endemismo de Nueva Zelanda: Raoulia australis.


Detalle de la floración de Raoulia australis.


Hace ya tiempo que no comento nada sobre la rocalla, pero seguimos adelante con el proyecto. Tener una planta alpina de Nueva Zelanda era una idea demasiado atractiva como para descartarla, sobre todo porque mis preferencias por Saxifraga y Androsace estaban convirtiendo este pequeño espacio en casi una colección temática de estos dos géneros. Saber decir no es una de las cosas más difíciles en jardinería.

La Raoulia australis, además de su procedencia, tiene unos indudables atractivos para el tipo de rocalla que mantengo. Es una planta siempreverde que crece de manera rastrera incluso sobre rocas, lo que permite crear llamativos volúmenes a pesar de que esta planta rara vez excede los 2 cm de altura. Además, mantiene un follaje muy compacto que a pleno sol se mantiene de un bello color plateado. La floración es bastante insignificante, con pequeños capítulos florales amarillos pegados al follaje que recuerdan a diminutas manzanillas y que son frecuentadas por abejas y mariposas. Aunque he leído que es una planta de crecimiento lento, en mi caso ocurre todo lo contrario y ya desde el segundo año he tenido que limitar su crecimiento recortando sus bordes.




Esta especie no plantea dificultades para su mantenimiento en nuestras latitudes, aunque habrá que tener ciertas precauciones. Lo más importante es disponerlas en una zona con un drenaje superior, ya que tienen unas raíces muy propensas a las pudriciones. Hay que recordar que aunque no soporta el exceso de humedad en el suelo es una planta que no debe pasar sed. En mi caso no he tenido problemas con ella en invierno, ha soportado temperaturas de hasta - 5° C y no tiene protección frente a las lluvias, aunque he leído que tanto el frío como la humedad invernal son fatales para ella, de hecho se recomienda tomar en primavera esquejes enraizados para reponerla al año siguiente (algo que yo nunca he conseguido). El mayor problema que estoy teniendo con ella es que todas las zonas que florecen mueren tras la floración, creando zonas secas en el interior de la planta, que en mi caso son sistemáticamente arrancadas por los pájaros produciendo daños a las delicadas raíces de esta planta. Me resisto a cubrir la rocalla con una malla pero la verdad es que los pájaros-mejor dicho los mirlos-son bastante dañinos para estas diminutas plantas.

La Raoulia australis es una compuesta (Asteraceae) que procede de las dos islas principales de Nueva Zelanda, donde recibe el nombre de Vegetable sheep (Planta oveja, supongo que debido a que las especies más alpinas del género forman cojines redondeados que en la distancia pueden parecer ovejas). Esta no es una especie propiamente alpina, más bien ocupa la media y baja montaña y le gusta instalarse en zonas de suelos desnudos, lechos de arroyos o terrazas fluviales. Por su aspecto y comportamiento me recuerda bastante a nuestros Gnaphalium. Se trata de una especie de interés para la industria farmacéutica por ser la fuente del ácido raúlico de gran efecto frente a los rinovirus humanos.

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