Teixu de Santa Eulalia. Abamia, Cangas de Onís. |
Para mí, como amante de los tejos, casi tan importantes como las escasísimas agrupaciones de la especie que aún sobreviven, son los cada vez más escasos tejos de ermita. Esta especie tiene una fuerte mitología asociada que la hace especial y su imagen totémica es debida a estos tejos, descendientes de aquellos venerados por las culturas célticas que ocupaban lugares mágicos y de culto, posteriormente lugares de conceyo y de iglesia. Con más de un centenar de estos árboles, Asturias es de largo la zona donde más arraigo tiene esta tradición milenaria. Podéis ver un impresionante trabajo de recopilación de tejos aquí http://mistexos.blogspot.com/.
Aunque ahora la recuerdo con tristeza, aquella fue una jornada inolvidable. Como anfitrión Ignacio Abella (La Magia de los Árboles, La Memoria del Bosque, etc.), que con su enorme conocimiento de la simbología del tejo nos mostró una selección de árboles y como compañeros los hermanos Bernabé y José Moya (Árboles Monumentales de España). Desde entonces no he vuelto a visitar estos árboles y no sé cuál será su estado actual, mucho me temo que no habrá gratas novedades. Desgraciadamente aquella pareció una visita forense.
Teixu de El Ceñal. La Collada, Siero. |
El primero en ser visitado fue el Teixu del Ceñal. Situado entre una ermita abandonada y el cementerio. El árbol ocupando un lugar de privilegio, dejando clara su importancia. Unas enormes raíces recorren la nave de la ermita en dirección al altar, donde existieron unas tumbas. Parece como si quisieran hacer realidad la leyenda bretona, según la cual, el tejo introduce una raíz por la boca de los enterrados junto a él y susurra al viento los secretos callados en vida. Hoy día no estamos para tanta literatura y así le han construido una pista de hormigón bajo la copa que, a buen seguro, haría retorcerse a cuantos descansan junto al tejo. Es cierto que un camino de tierra pasaba bajo su copa, pero entre eso y una losa de hormigón media un abismo.
Teixu de Santa Eulalia. Abamia, Cangas de Onís. |
Poco después llegábamos a Santa Eulalia de Abamia. Afortunadamente nuestra visita es anterior a la trágica restauración que ha sufrido este importante monumento. No obstante, ya entonces preocupaba la falta de medidas de protección del impresionante tejo que se sitúa junto a la ermita. Por desgracia nuestros temores se cumplieron y una zanja para cubrir los cables que alumbrarán el monumento destruyó, según un estudio, el 18 % del sistema radicular del ejemplar. Ignorar la significación del tejo en este lugar demuestra la incompetencia de los responsables de la restauración, que por otro lado, ha quedado bien de manifiesto viendo el polémico (por ser suave) resultado de la misma.
Teixu de Santa María. Bermiego, Quirós. |
Casi sin descanso partimos hacia la matriarca de todos los tejos asturianos: El Teixu de Santa María de Bermiego. Este ya lo conocía, aunque para continuar con la tónica del día una inspección superficial por parte de los expertos bastó para determinar que el árbol lo estaba pasando mal y su lustre no era el de antaño. Con todo, es un árbol que quita la respiración.
Teixu de San Pedro de Villanueva, Cangas de Onís. |
Una rápida visita al tejo de San Pedro de Villanueva, cuyo estado muestra claramente los daños que una obra en el entorno de un viejo árbol pueden ocasionarle. En este caso las obras de acondicionamiento del Parador Nacional. Ni más, ni menos.
Teixu de Santa Marina. Bodes, Parres. |
Por suerte visitamos el Teixu de Santa Marina de Bodes antes de terminar la jornada. Un arbolito, con su campana y todo, junto a la pequeña y bonita ermita. Aquí parecía todo en su sitio. Aunque como pudimos ver, no corren buenos tiempos para los Teixus de ermita.
Me parece una idea estupenda que hayas enlazado con el blog de FJUSTI. Lleva años haciendo una labor concienzuda y callada para inventariar y poner en valor los tejos asturianos. Hace bastante tiempo que le sigo con interés y admiración y, últimamente, también tus comunicaciones.
ResponderEliminarLas fotos son magníficas. Se nota que, además de experto naturalista, lo eres como fotógrafo.
Que sugerente la asociación tejo-ermita que hace viajar a tiempos lejanos. Conozco el del Parador y alguno más. Una pena que no se respete nada, ni siquiera a estos árboles tan relacionados con el patrimonio asturiano.
ResponderEliminarSaludos y hasta pronto.
Debo de ser una ilusa, porque yo siempre he creído que "convivencia" es algo más que una palabra en el diccionario... Besos.
ResponderEliminarPreciosos,los Tejos son de mis arboles favoritos.Tenemos que cuidar más nuestros árboles.Un saludo.
ResponderEliminarAlberto, preciosas imágenes, un árbol el tejo único y como bien dices con múltiples mitos y leyendas, también su fruto. Por aquí lo tenemos en la zona del Valle de las Batuecas, allí hay también un monasterio con muchas leyendas.
ResponderEliminarMuy bonitos los "teixus".
Saludos