Foto de carnet de un macho de Myotis bechsteinii verato. |
Cuando empecé a interesarme por
los murciélagos, hace ya algunos años, había una especie que se podría
considerar el Santo Grial de los murcielagueros, la especie más rara y
enigmática: el Murciélago ratonero forestal (Myotis bechsteinii).
Cualquier consulta en una guía o
manual especializado siempre insistía en que se trataba de una de las especies
más raras y escasas de Europa. La información para la Península Ibérica era
escasísima con unas pocas citas aisladas, aunque muy repartidas, a lo largo de
varias décadas y que para mí eran poco menos que premios gordos de la lotería
para aquellos afortunados observadores. Poco se sabía sobre esta especie más
allá de la información aportada por un puñado de pequeñas colonias estudiadas
en Alemania. Resultaba inimaginable el sólo hecho de poder estudiar una colonia
de la especie, parecía algo reservado a los bosques boreales centroeuropeos.
Los intentos de aplicar los conocimientos adquiridos en el estudio de aquellos
murciélagos alemanes no dieron buenos resultados en los bosques de hoja caduca
del norte peninsular, donde a duras penas se capturaron unos pocos ejemplares
que hacían impensable su estudio. Parecía que esta especie debía ser un relicto
de un clima pasado más atlántico con una población actual mínima a este lado de
los Pirineos.
Existían, no obstante, un par de
citas que mantenían la esperanza en los murcielagueros extremeños, ambas de
individuos aislados hibernando en cavidades subterráneas cerca de la Sierra de
San Pedro, una en Portugal, a menos de 10 km de la frontera, y otra en
Montánchez (Cáceres). Conociendo el pequeño radio de los desplazamientos de
esta especie era previsible la presencia de alguna colonia en la región. Después
vendría la avalancha y cada robledal de Extremadura parecía ocupado por esta
especie, de una forma tal que bastaba poner una red en un bebedero para
encontrarlos. Los investigadores de SECEMU (la sociedad que estudia los
murciélagos en España) localizaron y estudiaron colonias en la Sierra de Gata,
Sierra de Gredos y Las Villuercas y se encontraron ejemplares dentro de la
Sierra de San Pedro y en la Sierra de Tentudía, ya en plena Sierra Morena
pacense. Alguna de esas colonias estaba entre las más grandes conocidas y en
algunas zonas como en La Vera sus densidades eran de las más altas registradas.
En otras partes de Europa sucedió algo parecido.
Aunque ya no es una rareza (sin
olvidar que nunca será una especie abundante), esta especie sigue siendo muy interesante
por su forma de vida, que curiosamente hace relativamente sencillo su
radioseguimiento por su corto radio de acción. He podido acompañar a los
investigadores durante sus seguimientos nocturnos de ejemplares equipados con
transmisor en la sierra de Gata y La Vera y es una maravilla, casi magia, poder
ir detrás de ellas andando, siguiéndolas en sus vuelos de caza o esperándolas
mientras descansan en un árbol, para al amanecer poder ver cómo entran en su
refugio a pasar el día. Utilizo el femenino porque esta es una sociedad
matriarcal donde madres, hijas y abuelas forman las colonias de cría, mientras
que los machos viven separados de ellas, por ello la mayoría de los individuos
seguidos eran hembras.
Ahora que ya sabemos que nuestros
bosques de robles también son ricos en especies, no todo va a ser dehesa, no
estaría de más dedicarles un poco más de cariño.
Una cucada. Pero qué voy a decir yo, si ya sabes que me cautivan estos bichos. Besos.
ResponderEliminarQue vicho mas feo pero buenas fotos un saludo Alberto
ResponderEliminarAlberto, admiro las magníficas fotografías que has hecho, pero el animalito en cuestión es muy, pero que muy, desagradable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hace tres veranos, Fergus Crystal, Jose Antonio Díaz y yo, en un trabajo sobre el Barbastela, encontramos M. bechsteinii en Monfragüe (en alcornocal), y como indicas, en todo el tercio norte de Extremadura, mientras hubiera masas bien conservadas de roble. Marcamos una hembra lactante y localizamos la colonia en un nido abandonado de Pico picapinos, pudimos hacer una grabación en vídeo con infrarrojos (me acompañó Javier Zalba), y detectamos trece ejemplares en este hueco. Saludos.
ResponderEliminarSorprendentes fotografias muy bonitas,el murcielago es una maravilla.
ResponderEliminarUn saludo
Juan
Fantastic photographs. I am greeting
ResponderEliminar