Durante el mes de julio en los Llanos de Cáceres se superan los 40 grados centígrados con relativa frecuencia. En uno de esos días de máximo calor y a medio día tomé esta foto que nos muestra a un Sympetrum fonscolombeii, una de nuestras libélulas más abundantes, en la conocida como postura del obelisco. En esos momentos los rayos del sol caían casi verticalmente y colocándose en esta llamativa postura la libélula va a exponer una menor superficie al sol, con lo que evita un sobrecalentamiento excesivo. A mayores temperaturas, mayor grado de inclinación.
La segunda imagen de la misma especie, tomada en los regadíos de las Vegas del Guadiana, muestra otro obelisco de menor inclinación, pero esta vez utilizando una antena de coche como posadero. Este macho debió confundir el capó brillante con una lámina de agua y la antena con una planta, así que allí se instaló a defender su territorio. Este es un comportamiento habitual en muchas especies de odonatos de aguas estancadas. En ocasiones las hembras llegan a realizar sus puestas en los capos de los coches, confundidas también al creerlos charcos de agua. A veces, cuando los vehículos están muy calientes, esto les llega a producir la muerte al quedar pegadas al metal ardiente.
Alberto,
ResponderEliminargracias por aclararme este extremo, siempre me había preguntado a "cuento de que venía la posturita"