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jueves, 25 de septiembre de 2014

MOSQUITEROS EN EL JARDÍN

Mosquiteros musicales fotografiados desde la ventana de casa.


Después de cinco años recibiendo mosquiteros en mi casa cada otoño, este año los estaba echando de menos. Había empezado a pensar que el Papamosca cerrojillo que se ha asentado aquí, tomando un descanso de unos días en su migración, los estaba ahuyentando. Pero ayer ya vi el primero, uno común, que hoy está todavía por aquí (al igual que el cerrojillo).

Me encanta ver desde la ventana a estos pajarillos moverse entre los arbolillos de casa, beber en la fuente y buscar refugio para dormir. No puedo evitar imaginar su increíble viaje y al final siempre termino pensando si estos mosquiteros habrán entrado por el Puerto de Béjar o por el de Tornavacas y si habrán estado en algún momento en el “radar” de algún cazador nocturno.

Durante 8 años trabajé con murciélagos y aunque actualmente me encuentro retirado del gremio sigo teniendo a estas increíbles criaturas en mi cabeza y la razón por la que los mosquiteros de mi jardín me llevan a los murciélagos es bien sencilla: son su comida.

¿Todos esos años trabajando con ellos y sigo pecando de esos prejuicios hacia los murciélagos? Me temo que algo hay de eso, como en casi todo el mundo. Nadie ve mal que un hermoso Gavilán se coma cada día un bellísimo petirrojo o un herrerillo común, pero que un murciélago se coma un mosquitero tras capturarlo en vuelo nos despierta el morbo, incluso en los investigadores más experimentados.

Recuerdo cómo fue el descubrimiento de este comportamiento en el Nóctulo grande, entonces todavía llamado Nóctulo gigante, nombre que siempre he creído que cambió para evitar unir en la misma frase “gigante” con “cazar aves”. Dos entrañables ancianitas tenían su casa llena de comederos y cajas nidos y su jardín lleno de pajarillos, un buen día se encontraron un murciélago grandote en una caja nido con plumillas en la cara. Imaginaron que las plumas se habían adherido al murciélago al entrar en la caja. No obstante, los investigadores examinaron los excrementos y pudieron confirmar que había restos de pajarillos en ellos (no sé si tuvieron valor para comunicárselo a las dos abuelitas). Los análisis de excrementos se repitieron en más zonas y se confirmaba que los pajarillos formaban parte de la dieta de este murciélago.


Nyctalus lasiopterus. Hervás, Cáceres.


Comenzaron a aparecer fotografías bastante truculentas de nóctulos grandes con pajarillos en la boca (no quiero saber cómo se hicieron) e incluso los artículos científicos se adornaban con relatos del tipo “patas de petirrojo cayendo del cielo”. Parecía que tras años de intentar convencer de la bondad de los murciélagos estos al final eran unos bichos. Pero conviene no olvidar que la mayor parte de la dieta de esta especie de murciélago son las polillas, que ciertamente es complementada durante los pasos migratorios con pajarillos. Tampoco quiero olvidar que en un refugio de nóctulos grandes un día contamos más de 15 de estos murciélagos que compartían su estrecho hueco con un minúsculo murciélago Pipistrellus, que apenas era más grande que sus cabezas.


Por supuesto, como pudimos comprobar, los nóctulos grandes extremeños también comían pajarillos e incluso con algunos equipados con transmisor pudimos ver cómo patrullaban el Puerto de Béjar durante la época de migración. El mismo puerto que deben pasar dos veces al año “mis” mosquiteros.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

La Gregoria: Androsace vitaliana subsp. assoana.

Androsace vitaliana subsp. assoana. Sierra del Losar (Cáceres). 2.175 m.


No es difícil encontrar “parecidos razonables” a los endemismos gredenses entre las especies que ocupan la zona baja de la sierra, no en vano estas especies surgieron aquí a partir de especies locales. Esto es algo que no pasará con las plantas venidas de las montañas alpinas y asiáticas como Linaria alpina, Pulsatilla alpina o Androsace vitaliana, entre otras. Tal como yo lo veo, al pasear por estas sierras los endemismo me dicen que estoy en casa, pero son esas otras plantas las que me dicen que estoy en una montaña de verdad.

Cuando ya llevas unas horas caminando por la sierra todo esto se te olvida y comienzas a entender lo duro que debe ser para esas plantas de regiones alpinas adaptarse a unas montañas mediterráneas como la Sierra de Gredos, valoras más la suerte que tenemos de poder contemplar en ellas a ese puñado de plantas heroicas que se afanan en esquivar a cabras y cambio climático y, por qué no decirlo, te maldices por tenerlo tan complicado para disfrutarlas. En el caso de la Gregoria, una de las mayores rarezas de la flora extremeña, maldecir se queda corto, pues no creo que haya otra especie de flora en Extremadura que nos exija mayor esfuerzo para llegar hasta ella y al esfuerzo físico hay que unir la quemazón psicológica de comprobar que una planta que se encuentra en bordes de pistas o incluso taludes de carreteras en los Pirineos requiere aquí varias horas de caminata.




En el punto más alejado de cualquier pista de la Sierra del Losar de la Vera (Cáceres), por encima de los 2.170 m, nos encontramos con esta especie perteneciente a uno de los más nobles géneros de plantas alpinas: las Androsace o jazmines de roca. No son muchas, yo llegué a contar un año sólo 35 y no creo que su número llegue a los 100, en realidad no son más que la prolongación de una población abulense de unos 5.000-10.000 individuos, la única de la Sierra de Gredos y una de las dos únicas conocidas en el Sistema Central.

Tan aislada está en estas montañas que durante años se la consideró una subespecie endémica de Gredos, la subespecie aurelii, dedicada a Aurelio Delgado, montañero. Hoy día se vuelve a incluir a esta población en la subespecie assoana, la misma que está presente en Sierra Nevada, Guadarrama y el Rincón de Ademuz.


La Gregoria florece temprano, para lo que se estila entre las flores de alta montaña, y así podemos verla en flor desde finales de mayo a finales de junio, momento en que la especie se hace muy visible porque sus plantas se cubren completamente de flores amarillas, que destacan poderosamente en los grises medios rocosos que habita. Ocupa gleras estabilizadas junto a prados de cumbres (psicroxerófilos) en los que no penetra y siempre en las zonas más altas. Comparte su hábitat con Jurinea humilis, Plantago alpina, Sedum brevifolium, Biscutella valentina subsp. pyrenaica y Hieracium sp.

martes, 9 de septiembre de 2014

EL OLMO DE LA ERMITA DEL PUERTO. Plasencia (Cáceres).



Pertenezco a una generación que ha tenido la suerte, aunque creo que en realidad es una desgracia, de haber conocido y jugado entre el esplendoroso arbolado urbano de Plasencia de finales de los 70 y principio de los 80. Guardo en la memoria tres grandes hitos: los pinos revirados y chopos lombardos del entonces salvaje Parque de los Pinos, los fresnos del Parque de la Coronación, con el gigantesco ejemplar del Nido a la cabeza, que eran el último vestigio de un arroyo que bajaba por el Parque de los Pinos y Miralvalle hasta el río Jerte y, sobre todo, el monumental conjunto de olmos negros, el más importante de Extremadura.

De todo esto ya no queda prácticamente nada, la grafiosis y un paisajismo enfermizo e ignorante eliminó en pocos años lo que costó cientos levantar. Aunque tengo la sensación de que esto a pocos importa, hoy día a los placentinos sólo nos queda el solitario olmo de la Ermita de la Virgen del Puerto que, en su aislamiento, encontró salvación frente a la grafiosis (aunque si no recuerdo mal es un árbol afectado).

Reconozco que desde hace muchos años espero su muerte y confío tan poco en él que nunca lo he medido y esta es la primera vez que lo fotografío, pero ahí sigue él. Recuerdo que en los buenos tiempos este era un ejemplar que no merecía una mirada, era poco más que una sombra al borde del Camino Viejo. En esa zona el rey era el Nogal de la ermita y en la ciudad los olmos monumentales del Parque de la Rana, sobre todo los tres gigantescos que rodeaban el kiosco junto a la Torre Lucía, y los dos ejemplares que había entre la Fuente de la Rana y el kiosco del Mocho, el del Puente Nuevo y el de San Antón (que fue el último en desaparecer ya en el siglo actual).


Ahora este ejemplar se merece todo el respeto y la vigilancia que exige la grafiosis, sus compañeros tenían entre 150 y 200 años al morir y esa debe ser su edad, una buena edad para un Olmo, en el esplendor de la madurez y con otros tantos por delante.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

La Garganta de los Infiernos: un entretenimiento.

Macho de Lagartija carpetana gredense. El amo del lugar.

La Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos es un espacio protegido único en Extremadura, pese a contar con menos de 7.000 ha (menos de la mitad que algunas fincas particulares de Extremadura) y pese a debatirse entre el coto de caza y el parque temático.

En mi penúltima visita de este verano fui a ver las pocetas donde nace la Garganta La Serrá, es un sitio que me encanta, si te sientas tu campo visual se limita a las laderas del antiguo circo glaciar y la cima del Castifrío y de frente, al estar elevados como en un escenario, sólo veremos El Torreón. Lo mejor de la montaña extremeña en un solo vistazo.

Vista desde el Circo de La Serrá. Ese día, pese a estar en agosto, las nubes tapaban todo por debajo de 1800 m.

He subido muchas veces a esta zona y la bajada cada vez me cuesta más, se me hace aburrido el tramo llano de las Poveas, que es el más utilizado por el ganado y se nota. Esta vez, un poco por animarme y un poco por hacer un experimento, me dio por apuntar todo lo que viera al caminar durante mis primeros 400 pasos (la primera cifra que se me ocurrió y que equivale a unos 280 m con mi longitud de paso), os resumo lo que salió:

-  Endemismos gredenses de flora: Boca de Dragón de Gredos (Antirrhinum grosii), Clavel de Gredos(Dianthus gredensis), Gualdoncillo de Gredos (Reseda gredensis), Manzanilla de Gredos (Santolina oblongifolia), Armeria de roca (Armeria bigerrensis subsp bigerrensis), Sedo acampanado (Sedum campanulatum).
-  Endemismos ibéricos de flora muy localizados: Junquillo asturiano (Isoetes velatum subsp asturicense),Genciana de Bory (Gentiana boryi), Alfilerillos (Festuca gredensis).
-        Especies de flora muy localizadas en Extremadura: Vedegrambre (Veratrum album), Genciana de turbera (Gentiana pneumonanthe), Cardo azul (Eryngium bourgatii), Asplenium septentrionale, Belesa (Senecio pyrenaicus subsp. carpetanus), Campanilla de la Sierra de la Estrella (Campanula herminii), Flor de rocío (Drosera rotundifolia), Musgo sauce (Fontinalis antipyretica), Margarita serrana (Leucanthemopsis alpina), Helecho perejil (Cryptogramma crispa), Tormentila (Potentilla erecta), Gallaritos (Pedicularis sylvatica), Cañuela de arroyo (Festuca rivularis).
-      Hábitats de Interés Comunitario: 5, de los cuales 2 son prioritarios (cervunales y estanques temporales mediterráneos).
-        Mariposas diurnas: Erebia meolans (1 ind.) y Zygaena contaminei subsp. almanzorica (1 ind.), ambas limitadas en Extremadura a Gredos, de donde es exclusiva la segunda. Junto a ellas, dos habituales de los piornales: Lasiommata maera y Satyrus actaea.
-        Odonatos: Cordulegaster boltonii, Orthetrum coerulescens.
-        Anfibios: Sapo común (Bufo spinosus). 1 individuo. No levanté ni una piedra.
-        Reptiles: Lagartija carpetana (Iberolacerta cyreni subsp. castiliana). Endémica de Gredos. 15 individuos en tan sólo unos 80 m (ninguno juvenil). Lagartija ibérica (Podarcis hispanica).
-     Mamíferos: Musgaño de Cabrera (Neomys anomalus). 1 individuo y Cabra montés (Capra pyrenaica subsp. victoriae). 9 individuos.
-        Aves: Acentor común (Prunella modularis), Collalba gris (Oenanthe oenanthe), Roquero rojo (Monticola saxatilis), Bisbita alpino, (Anthus spinoletta), Escribano montesino (Emberiza cia), Escribano hortelano (Emberiza hortulana), Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), Buitre leonado (Gyps fulvus).

No creo que sea fácil alcanzar este nivel en otra zona de Extremadura en menos de 300 m lineales y eso que no he incluido las plantas primaverales ya resecas, que añadirían 3 especies de narcisos, una de crocus y una de orquídea. Se abre la veda.
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