La postura en alerta no es casual, se puede ver a la derecha al toro retirándose. |
He estado muy cerca del alcornoque Abuelo de El Toril (Cáceres), pero hace tiempo que decidí no volver a visitarlo pues se me hace demasiado duro ver el final de este magnífico ejemplar. La pérdida de un árbol monumental me resulta siempre muy triste, son tantos años, tantas historias, que me parece que deberían vivir para siempre, sobre todo ahora que la cantera de nuevos árboles monumentales parece haberse agotado con nuestro frenesí en el uso insostenible del arbolado.
El aspecto en 2004 era así de malo. Hoy debe estar mucho peor. |
Lo que sí recordé fue la última visita que le hice, acompañado de mi mujer y de un agente del Parque Nacional de Monfragüe. El terreno estaba muy húmedo y era imposible acercarse al árbol en coche, así que lo dejamos a unos 200 metros . Os preguntaréis porqué ese absurdo interés por llegar cerca del árbol en coche, la respuesta es sencilla, el árbol está situado en medio de un prado totalmente despejado en el que habitualmente pastan toros de lidia, como así ocurría aquel día. Dejamos con dudas el coche y empezamos a andar atravesando ese prado sin protección. Siempre te dicen que no pasa nada, que los toros en el campo no son peligrosos, pero uno que ya ha corrido sus particulares sanfermines más de una vez no se fía lo más mínimo. Esta vez todo parecía que saldría según la teoría, tan pronto como nos acercamos los toros discretamente se fueron alejando, sin dejar de pastar. Todos menos un magnífico ejemplar berrendo en negro que estaba justo a unos 4 metros del tronco del Abuelo. Como no se movía, el agente le lanzó una piedra, le pedí que no le molestara, que ya se marcharía, que no era buena idea provocar a un toro bravo en una zona tan despejada, pero él me respondió que no era un toro bravo sino un cabestro y le lanzó un palo mientras seguíamos avanzando hacia el toro. Le insistí, ya por favor, que lo dejara, que, a pesar de tener colores de cabestro, un toro pequeñito, cachas y con cara de mala leche, en una finca con ganadería brava, bien pudiera ser un toro bravo y que ya se nos había quedado mirando. Pero nada, otra rama lanzada y ahora el toro comienza a colocarse sin dejar de mirarnos con mosqueo. Mi mujer, que lo tenía claro desde el principio, andaba ya cerca del coche mientras yo calculaba el tiempo que tardaría en atravesar los veinticinco metros que me separaban del Abuelo y subirme a su tronco mientras el toro embestía al agente. Por suerte, éste, en vista de que el toro estaba a punto de despegar, soltó el palito que se disponía a lanzarle, se giró hacia mí y me dijo “pues vas a tener razón, vamos pa’l coche”.Una vez allí, recuperado el pulso, nos aproximamos con el coche desde otro punto y lo dejamos a unos 25 m del árbol, por si teníamos que subirnos a él.
El árbol en 1998. Aunque parezca increíble en 1999 se le podó para "rejuvenecerlo". |
El Abuelo de El Toril siempre ha sido uno de mis favoritos, tiene ese porte tortuoso y retorcido tan atractivo de los árboles viejos y aunque su tronco tiene un perímetro de casi 8 metros no resulta descomunal, pues a poca altura se ramifica como un candelabro y su copa nunca ha alcanzado gran amplitud. Al contrario que la Terrona , este pobre ha tenido que vérselas con propietarios poco respetuosos que, no contentos con desollarlo cada 9 años, le han sometido a unas fortísimas podas desde su formación (ha sido decopado dos veces de manera brutal a lo largo de su vida). En este caso la historia no es bella, ni el final feliz, aquí un propietario, que pretende saber más que nadie, ha acelerado el final de este bello árbol a base de podas de “rejuvenecimiento”. Aunque el árbol está ya protegido el daño es irreparable. Hoy día se ha avanzado mucho en la solución de los problemas estáticos en los árboles. Sin embargo, poco se sabe todavía de cómo solucionar sus problemas fisiológicos, aunque sí sabemos lo que no hay que hacerle a un árbol. Eso, de momento, debería ser suficiente en la mayoría de los casos.
Alberto escribió: ...calculaba el tiempo que tardaría en atravesar los veinticinco metros que me separaban del Abuelo y subirme a su tronco mientras el toro embestía al guarda.
ResponderEliminarY yo que leía tu entrada con interés misionero, pero al poco me vino la sonrisa y en el párrafo que cito me estalló una carcajada que ahora debo justificar ante mi cítrica mitad.
Mucísimas gracias por darnos a conocer a El Abuelo, y por hacerlo con ternura y gracia a partes iguales.
"Peazo" de árbol..
ResponderEliminar(Agentes no guardas, je, je)
un abrazo
Corregido Nico.
ResponderEliminarQuerido compañero:
ResponderEliminarEn reconocimiento a tu inestimable labor he querido galardonar tu blog con el premio simbólico Sunshine Award. Es un pobre pago por lo que ofreces desinteresadamente, pero lleva implícito mucho afecto y admiración. También, mucha gratitud. Te indico seguidamente sus reglas:
1º-agradecérselo a quien te lo a dado
2º-escribir un post sobre ello
3º-entregarlo tu mismo a 12 blogs que creas que lo merecen
4º-poner un enlace de los blogs premiados
5º-mandar un comentario o correo comunicándoselo
Sé que te resultará difícil reducir el número de candidatos sólo a doce; te pido disculpas por ponerte en tal tesitura.
Abrazos
Salomé
Alberto: bravo por tus fotografías y por tus palabras. Yo pienso lo mismo que tú, que los árboles y los paisajes, como las personas, no deberían desaparecer jamás. Un abrazo y hasta pronto,
ResponderEliminarRamón
Vaya tela Alberto. Me parece acertadísima tu opinión acerca del uso "insostenible" del arbolado. Por aquí, con el crecimiento de las zonas regables, están desapareciendo centenares de hectáreas de dehesa y pastizal, a favor casi siempre de olivares intensivos y arrozales. Luego resulta que hay excedentes tanto de arroz como de aceite de oliva...en fin...
ResponderEliminarPor otro lado, también decirte que tu blog es extraordinario. Gracias por compartir estas vivencias con todos nosotros.
Un abrazo!
buenas fotos paisanote pongo un links en mi blog el mio un saludo desde madrid.
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