Centaurea tentudaica. Calera de León (Badajoz). |
En 1854 el infatigable Mariano de la Paz y Graells describe a Colymbada amblesis, una especie que posteriormente pasaría a ser conocida como Centaurea amblesis y que toma el nombre del abulense Valle del Amblés, donde la recolectó.
El 2 de junio de 1952 Salvador Rivas Goday y Salvador Rivas Martínez (lógicamente padre e hijo) herborizaban en el Cerro Tendudía, que con sus 1.104 m es la cota más alta de la provincia de Badajoz. Allí recogieron el material con el que en 1964 Rivas Goday describiría la nueva subespecie Centaurea toletana subsp. tentudaica en su obra clásica “Vegetación y Florura de la cuenca extremeña del Guadiana”.
Centaurea tentudaica. Ejemplar en una zona muy soleada. |
En 1980 Rivas Martínez hace una revisión de esta planta y le da categoría de especie, pasándola a denominar Centaurea tentudaica. La historia debería haber acabado aquí, con el endemismo extremeño aupado a categoría específica. Sin embargo, en 1982 otros especialistas revisan el género y degradan a nuestra protagonista a la categoría de simple variedad, vinculándola a Centaurea amblesis.
Centaurea tentudaica |
En honor a la verdad Centaurea tentudaica y Centaurea amblesis son idénticas. Sin embargo, me llama la atención que la segunda nunca se haya relacionado con Centaurea toletana, una especie que salvo por el color amarillo de sus flores es muy similar en todo lo demás. Una vez más nos movemos en los resbaladizos terrenos de la taxonomía, donde una especie, gracias al trabajo de unos especialistas, puede pasar a ser una variedad de otra especie, que a su vez, no es reconocida por otros especialistas. Para mí, esto viene a demostrar lo complicado que es ponerle etiquetas a la Naturaleza.
Centaurea toletana. Guadalupe (Cáceres). |
El caso es que Centaurea tentudaica en los últimos años se ha hecho famosa en la comarca y su nombre es utilizado para infinidad de cosas, algo que me parece perfecto. Conocí a esta planta hace unos años gracias a Nicolás Durán http://vagabundosdeestrellas.blogspot.com/ , que la tenía perfectamente controlada, lo que me ahorró penosas horas de rebuscar entre pastizales secos con el calor de junio. La planta ocupa los claros y bordes de los restos del robledal que hay en las partes altas de esta sierra, donde sobrevivirán entre 500 y 1000 plantas y, como pudimos comprobar, es ajena totalmente a su categoría de endemismo exclusivo de Extremadura, ya que algunos ejemplares se han aventurado por la provincia de Huelva, a la que pertenece una pequeña porción de la sierra.
Ahora andarán en flor, y con estas lluvias algunas plantas tendrán flores realmente grandes...
ResponderEliminarHace ya más de un año que no las veo, ¿estarán en buenas manos?
un abrazo
Supongo yo que alguien se dignará en protegerlas (claro que es mucho suponer y más con los tiempos que corren)
ResponderEliminarUn abrazo
No viene al caso de tu artículo, Alberto, pero me apetecía comentarte lo siguiente:
ResponderEliminarEl sábado pasado, caminando, me viniste a la memoria, y porque muchas especies vegetales desconocidas por mi, me venían a los pies. Y ello me hizo recordar el exquisito cuidado que pones cuando nos escribes sobre plantas, y lo poco que sé (y sabré) sobre ellas.
Uno de los aspectos positivos que me ha enriquecido siguiendo tu blog, es el de haberme hecho aún más respetuoso con aquello "que me viene a los pies"; y siendo corto de vista, como soy, recibo y agradezco tus artículos cual colirio. (Toma ya, ja ja ja).
Un abrazo, Alberto.
PD:
Se agradecería que la verificación de palabra se pidiese en Castúo.
Es que siempre me pide palabros muy raros. Hoy. remoing.