Tras pasar el invierno en forma
de hibernaculum (unas diminutas
láminas foliares muy resistentes al frío), la Hierba rocío (Drosera rotundifolia) comienza a
desperezarse entre los musgos de turbera, como anticipo de la primavera. Sus
aún diminutas hojas despliegan sus pelos glandulares ya recubiertos de
mucílagos. Pese a ser apenas un proyecto de planta carnívora ya es capaz de
atrapar algún diminuto bichillo.
Es preciosa!!!!!!
ResponderEliminarEsta planta sí que es un peligro, pero es una preciosidad.
ResponderEliminarUn abrazo.