Macho de Piquituerto cantando. Sierra de Béjar, 1700 m. |
Aunque no es un pájaro abundante
en Extremadura tenemos la suerte de poder disfrutar de esta especie en algunos
puntos contados de las sierras de Gredos y Béjar y de manera aún más puntual en
las sierras de Gata-Hurdes, donde no parece probable que lleguen a reproducirse.
Desde pequeño he tenido a esta
especie entre mis favoritas, entonces me la imaginaba como un habitante típico
de los extensos bosques de coníferas de la remota Taiga, sin imaginar que a 40
km de mi casa criaban tan tranquilamente.
Hembra de Piquituerto. Sierra de Béjar, 1700 m. |
Los piquituertos ibéricos parecen
pertenecer a la subespecie nominal (Loxia
curvirostra subsp. curvirostra),
no así los de Baleares que pertenecen a una subespecie endémica de las islas (Loxia curvirostra subsp. balearica). No obstante, se pueden
observar diferencias en la morfología del pico y longitud de las alas entre
pájaros que viven en zonas de pinares de Pinus
sylvestris y los que viven en pinares de Pinus halepensis, diferencias que parecen deberse a la mayor
estabilidad de producción y mayor tamaño del fruto de la segunda especie.
Curiosamente, las ardillas parecen producir conos más gordos en los pinos de
los que se alimentan, que son más difíciles de abrir y afectan a los
piquituertos que desarrollan picos más gruesos en esas zonas, que los llevan a
parecerse a los piquituertos loritos escoceses (Loxia scotica).
Macho de Piquituerto. Sierra de Béjar, 1700 m. |
El hecho de alimentarse de un
recurso tan variable como son las semillas de coníferas han dado lugar a dos de
los comportamientos más característicos de esta especie: las irrupciones y la
capacidad de criar en cualquier mes del año. Unos investigadores franceses han
llegado a la conclusión de que un Piquituerto necesita de 80 a 280 pinos
silvestres para alimentarse durante un año, que ya son piñones. Más aún, un
pájaro criando necesitará unos 4.000 piñones al día. Con estos números, es
fácil imaginar que cuando la cosecha de piñones de las piceas baja en las
regiones más norteñas los piquituertos de esas zonas se tengan que buscar la
vida en otra parte. En los últimos 100 años se han producido al menos 40
irrupciones de este tipo en Europa occidental. Según parece las aves proceden
de regiones siberianas más allá de los Urales que, después de meterse un viaje
de 2.500-3.000 km, se plantan en los pinares europeos en verano e
inmediatamente se disponen a criar, justo cuando sus parientes locales ya han
terminado su ciclo reproductivo iniciado en invierno.
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