Erodium mouretii. Arroyo de San Serván (Badajoz). |
Aunque podemos encontrar flores de Erodium mouretii durante casi todo el año, sólo faltan entre julio y septiembre, es ahora entre febrero y abril su momento de mayor floración. Este pariente de los populares relojillos es una de las estrellas de la flora extremeña, bien conocido por los aficionados.
Distribución extremeña.
Su presencia en Extremadura, que acoge a más de 95 % de la población ibérica, no se descubrió hasta 1975 cuando fue localizada en las Sierras Centrales de Badajoz por Ladero, Pérez Chiscano y Valdés Bermejo. Posteriormente el propio Pérez Chiscano localizó una población en el centro de la provincia de Huelva en 1987. Las plantas españolas fueron atribuidas a Erodium mouretii, que hasta la fecha sólo era conocido de los roquedos cuarcíticos de Camp Boulhaut/Ben Slimae (Marruecos). El encuadramiento taxonómico de Erodium mouretii ha sido varias veces cuestionado, llegando a ser considerado como subespecie de Erodium tordyloides, también presente el Marruecos y la Península Ibérica, y hoy día quizás convendría revisar la situación taxonómica de las plantas españolas.
Erodium mouretii. Puebla de Guzmán (Huelva).
Sus descubridores en Extremadura atribuyeron su presencia en la región como procedente de semillas transportadas por ganado ovino importado de Marruecos después de la Guerra Civil, no descartando su traslado a bordo de algún ave de buen tamaño. A mí, sinceramente, la explicación del ganado me parece un poco cogida con alfileres. Me resulta más sencillo pensar en que forma parte de ese grupo de especies con presencias muy restringidas en el norte de África y la Península Ibérica, que un día estuvieron conectadas por tierra y ahora han quedado aisladas (sin ir más lejos en ese caso están los muy similares Erodium tordyloides y Erodium daucoides).
Erodium mouretii en su ambiente. Quintana de la Serena (Badajoz).
Hoy día se conocen 20 poblaciones en Badajoz (una de ellas en la Sierra de San Pedro) y una en Huelva y el total de adultos no alcanza los 3.000 individuos. El hecho de que aparezca invariablemente asociado a nidos de aves grandes y medianas (que pueden estar abandonados desde hace años), estando ausente de zonas adecuadas pero sin nidos, parece que podría indicar que sus semillas se dispersan con ayuda de ellas o de algún otro visitante de los nidos, como las hormigas. El ganado parece que tiene a la especie refugiada en los cantiles serranos, así que sería interesante seguir su evolución en zonas libres de ganado.
Plántura con su primera hoja. La Zarza (Badajoz). |
Hay que reconocer que lo de los dispersantes de corta y larga distancia tiene su encanto pero ¿es responsable el búho de Quintana de la presencia de Erodium mouretii en su peña? La dispersión de corta distancia por hormigas tiene mucho sentido, pero la dispersión a larga distancia no me parece una hipótesis muy sólida, aunque sí muy sugerente. Lo que sí parece claro, cuando uno observa con detenimiento esa población y su entorno, es que el ganado hace de esta planta una especie rupícola obligada. Sí que sería interesante realizar algún experimento al respecto. A ver si un día nos animamos.
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