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| ¡Benditos ingenieros alemanes! |
El pasado sábado día 2 salimos por primera vez al campo con nuestra hija. Hacía ya mucho tiempo que no salíamos juntos y la verdad es que el día acompañó a esta pequeña excursión. Aunque no podíamos alejarnos mucho de casa, para esta ocasión no servía cualquier sitio, así que tras pensarlo un rato nos marchamos a un ribero.
La niña no se podrá quejar porque tuvimos de todo: orquídeas, arroyos corriendo entre pizarras (los más efímeros, pero lo más bonitos), una pareja de águilas reales cicleando sobre nuestras cabezas, los cantos del Águila culebrera, las cigüeñas negras y los alimoches en sus cantiles y hasta una necrópolis del Bronce tardío/Hierro.
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| Restos de uno de los numerosos enterramientos. |
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ResponderEliminarFelicidad completa !!
ResponderEliminarQué maravilla!!! Al mío todavía no le he sacado en esos todoterreno, pero pronto se andará.
ResponderEliminarUn saludo!!
Que suerte, y esos ingenieros alemanes piensan en temdenes. te felicito, cada movimiento es una aventura.
ResponderEliminarUn abrazo.
enhorabuena papa, ahora a echar semillas y a ver si esta niña se nos aficiona. necesitamos mas personas amantes de lo bello. un saludo
ResponderEliminarEl día dde mañana, Alberto, ella será la mujer que sea en parte por este tipo de cosas. Y lo recordará; nunca os lo agradecerá lo bastante, y será consciente de ello. Es un placer y también un deber. Es un orgullo poder ofrecer las cosas más importantes, que no son exactamente las materiales. Besos para los tres.
ResponderEliminarFelicidades Alberto!!!
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