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lunes, 22 de febrero de 2016

Talamanca, el pico de las tres provincias.

Los tres mojones de piedras marcan el límite de las provincias.

La cumbre del Talamanca (2.394m) está situada en una cuerda que discurre a más de 2.300 m, por lo que apenas destaca sobre el resto y, en su aridez, no da sensación de tener ninguna relevancia. Sin embargo, allí se juntan las provincias de Ávila, Cáceres y Salamanca, y es uno de mis lugares favoritos de Extremadura.

Con los años me va surgiendo la duda de si soy un friki o un gourmet con mis gustos en asuntos de Naturaleza. Tantos años saliendo solo al campo que no sé si me habré perdido algo y, por eso, me incomoda ver la absoluta indiferencia o extrañeza, cuando no condescendencia, en otras personas ante lo que para mí es una auténtica joya de la Naturaleza.

Bola casi perfecta de Silene ciliata entre claveles de Gredos.

Al diablo. Estos prados de cumbres del Talamanca son impresionantes, posiblemente sean los que soportan las peores condiciones climatológicas de Extremadura y, por ello, las plantas aquí son de una extraordinaria belleza, al llevar al extremo sus adaptaciones. Yo también sé que no son un prado milflores alpino, ni sus habitantes deslumbrantes orquídeas tropicales, pero eso no debe desmerecerlo en absoluto. Es el minimalismo hecho Naturaleza. Una comunidad vegetal concisa, aunque exclusiva de las cimas de Gredos, con sólo unas pocas especies de plantas, diminutas y en apariencia iguales en sus sencillas formas semiesféricas, que apenas son capaces de cubrir un 10-20% del terreno sobre el que se asientan, dejando al descubierto entre ellas un suelo mineral blanco de grava estéril y rocas dispersas, casi como un jardín japonés seco (kare-sansui). Un lugar, cuanto menos, peculiar. Dianthus gredensis, Silene ciliata, Jasione crispa subsp. centralis, Agrostris rupestris, Minuartia recurva, Sedum brevifolium, Sedum candollei, Armeria bigerrensis subsp. bigerrensis, Jurinea humilis, Thymus praecox y para de contar. En algunos puntos cercanos a roquedos aparecerán, de manera testimonial, otras especies ajenas a esta comunidad, que aunque se podrán contar con los dedos de las manos, serán en buena medida endemismos exclusivos.

Banquete de Mylabris sobrina sobre Silene ciliata y Jasione crispa.


Últimamente, sin embargo, ya no son tan placenteros mis paseos por esta zona, parece que los veranos comienzan a hacerse muy largos y los inviernos demasiado suaves para estas plantas. Demasiadas plantas adultas muertas, tengo la impresión de que en las zonas más expuestas no pueden soportar las fuertes heladas invernales, sin cobertura de nieve y sin un correcto endurecimiento por unas temperaturas relativamente suaves en los últimos otoños. En otros casos, parece que la falta de agua, debido a la falta de nieve, está acabando con las plantas más exigentes que ocupan las pequeñas vaguadas originadas por la escorrentía del deshielo. A esto hay que unir la predación de flores por parte de escarabajos florícolas, básicamente Mylabris sobrina, que en algunos puntos es alarmante (este verano he contado plantitas de medio palmo con más de 50 escarabajos comiendo sus flores, todas sus flores). Parece que estos escarabajos antes sólo abundaban en los piornales, pero la sensación es que cada año son más abundantes en las cumbres. Por si todo esto no fuera suficiente, los jabalíes también comienzan a ser habituales por aquí y levantan grandes superficies de estos prados psicroxerófilos, matando a todas sus plantas. Lo más grave es que estas plantitas necesitan vivir muchos años para poder garantizar que sus retoños las sustituirán, porque la mortalidad juvenil en una zona tan hostil es extremadamente elevada. Sin flores y con los adultos muriendo rápidamente el futuro no parece muy prometedor.

1 comentario:

  1. Malos tiempos para las plantas y la naturaleza en general. El futuro se presenta muy triste.

    Un saludo.

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